Historia
La Granada de Rio-Tinto es un municipio de la provincia de Huelva que cuenta con unos 239 habitantes censados. Su extensión es de 44 km cuadrados y tiene una densidad de 5,2 habitantes por kilómetro cuadrado. Sus coordenadas geográficas son 37º 46’ N, 6º 30’ O. Este municipio se encuentra situado a una altitud aproximada de 437 metros y a 90 km de Huelva.
Dado que los libros de actas que existen en el Ayuntamiento de La Granada comienzan el 2 de octubre de 1945, existe un vacío documental muy importante desde esta fecha hacia atrás, por lo que no quedan claro los orígenes de esta población serrana y hay que remitirse a las historias que han pasado de forma oral generación tras generación.
Según el estudio realizado por el escritor Antonio Perejil Delay y plasmado en su libro ‘Historia de un pueblo entre la Sierra y la mina’, esta tradición oral insiste en que hubo en principio una población llamada La Granada Vieja, en torno a la cual surgieron otros caseríos de menor población llamados Texarejo, Guijelma, la Joya, El Chaparral y La Adelfilla.
A finales del siglo XVI ya existía esa conglomeración urbana llamada Granadas con 112 vecinos y en 1595 La Adelfilla tenía 9 vecinos. En el siglo XVIII ya no aparece la Adelfilla como entidad menor de población y sí aparece un nuevo poblamiento llamado La Granada, con unos 200 habitantes.
Existe una tradición oral muy extendida que cuenta que en la parte trasera de la iglesia había una fuente y una adelfa que destacaba en el lugar y que allí paraban los arrieros que viajaban con sus mercancías desde la Sierra a la Cuenca Minera para descansar y darle de beber a las bestias. De ahí parece ser que viene el nombre de ‘La Adelfilla’ que le pusieron a la actual Granada.
Hasta el año 1917 o 1918, el asentamiento urbano que se originó en torno a la aldea de ‘La adelfilla’ se denominó siempre como La Granada en honor a la antigua virgen que se veneraba en La Granada Vieja. Hacia esa fecha, uno de los alcaldes de la villa que trabajaba entonces en la compañía minera inglesa RTCL decidió añadirle el nombre “de Riotinto”, pasándose a denominar desde ese momento La Granada de Riotinto, algo que no se sabe con certeza si gustó a sus vecinos.
Es un pueblo eminentemente rural y su economía era básicamente de mera subsistencia y así continuó durante el siglo XIX, basándose en el aprovechamiento agropecuario de la dehesa, lo que permitió la conservación del medio natural que hoy conocemos en la zona. Al igual que ocurrió en el resto de los municipios de la Cuenca Minera, el auge de la Riotinto Company Limited favoreció enormemente la economía y la demografía de La Granada a finales del siglo XIX, actividad que fue siempre compartida con las actividades agropecuarias que siempre han sido de gran importancia para este municipio.
El cultivo de las tierras, el aprovechamiento forestal, la actividad cinegética, la extracción del corcho y la cría del ganado porcino y caprino sostienen el peso de una economía que tiene en los sectores cárnico y lácteo su principal actividad industrial. Actualmente, se quiere potenciar además el sector turístico con la puesta en marcha de alojamientos rurales para los que buscan descansar y disfrutan con la paz de la naturaleza.
En cuanto a su vegetación, cuenta en su medio natural con importantes extensiones de vegetación mediterránea compuesta de encinas y alcornoques, así como masas de pinos y eucaliptos que favorecen la conservación de su principal ecosistema, la dehesa. Entre algunos de sus entornos naturales de mayor importancia paisajística se encuentran las Sierras de la Gata y del Medio.